Pablo Morgan pasa ver a un amigo un poco excéntrico. Mateo es un loco del sexo pero también en su cabeza. Le excita usar lencería femenina y exhibirse así delante de sus amigos. Hoy, prepara cuidadosamente un pequeño plato para su Pablo de amor pero pierde completamente la receta. Nada grave, Pablo le va a COCINAR EL CULO con su polla. Como un gran chef, le exhibe su rabo rollizo ante su boca. ¡Mateo la quiere en su boca! ¡Como castigo para la receta perdida, le prohíbe mamarle la polla, en cambio, le limará el ojete, salvajemente! ¡Y qué bueno! ¡28 CM en el fondo del culo, esto calma a cualquier putilla! Follado como se debe, enculado por un toro bien dotado, Mateo está en la gloria, follado como una perra en su cocina.
