En estos tiempos difíciles, Amanda la pícara tiene la mala costumbre de viajar en tren sin tener un boleto para juntarse con su novio que estudia en Pétaouchnok. De vez en cuando, ella se ve atrapada por los controladores que la dejan en paz después de ser masturbados por sus manos expertas, pero esta vez Amanda se encuentra con un viejo cerdo grande que solicita una paja a guisa de preludio. Amanda no tiene miedo y acepta chuparlo al otro extremo de la plataforma de la estación. El estaba tan entretenido por la maravillosa paja que ella le hizo con pasión que se la lleva a su casa, para explorar a fondo agujeros de defraudadora. Después de haberle chupado el nudo la segunda vez con amor en su cama y después de haberle lamido el culo peludo con su enorme lengua ágil, Amanda la pícara por fin se deja deshollinar el chochito. Ella disfruta tanto con este viejo cochino ferrocarril que le da un beso en la boca. Después de un muy profundo perrito con pedos a intervalos regulares nuestros viejo controlador saca su esperma en la cara de nuestra fraudadora. Amanda ha logrado sacar una almendra y su gran sonrisa llena de semen nos dice que no dudará en repetirlo !
