Una pareja que está alquilando una casa hermosa en un bonito pueblo estadounidense en contexto de crisis económica, atiende la visita del dueño que está decidido a correrlos si no pagan su último alquiler. En el dormitorio, después de mucha discusión y gritos, el dueño de la casa trata en vano de proponer a cambio objetos de valor. Este propietario pervertido tiene la gran idea de alquilar los agujeros de amor de su esposa Amia. Al principio ella vacila y finalmente acepta la propuesta indecente para humillar a su novio. Entonces el dueño comienza a acariciar sus pechos pequeños y después de sacar su larga verga que la impresionó, Amia, la bella morena que lleva gafas se lanza sobre la polla del dueño y empieza a hacerle una buena mamada con una cierta delicadeza delante de su marido. Después de este primer masaje oral, él la desnuda y empieza a comerle el molde presionando con la lengua grande en su raja muy mojada. Mientras que le mete los dedos de su profundidad, Amia no duda en mirar a su marido haciéndole un dedo grande que dice "vete a la mierda gilipollas !". Entonces el dueño le quita su tanga y empieza a cogerla a lo perrito en su cama. Una práctica que parece que le gusta viendo como está gemiendo sin interrupciones mientras la penetra. Su marido salió completamente decepcionado de la sala con la esperanza de que este intercambio de pareja sin su consentimiento termine lo mas pronto posible. Por fin solos en la habitación, se pueden dejar llevar en profundidad. El propietario se acuesta en su cama, escupe el coño de su arrendataria y le mete los dedos en su culo que también está abierto a las negociaciones. Luego es el turno de Amia que se acueste en la cama y después de lamerla hasta la empuñadura y hacerla disfrutar del placer el dueño saca su semen en la cara y las gafas de la mujer. Esta historia demuestra una vez más que las mujeres con gafas son realmente mujeres con pollas !
